El término peyorativo «welfare queen» vuelve a estar de moda. Pero esta vez no se habla de gente que vive del Estado, sino de las grandes corporaciones.
“El rastro se extiende por catorce estados. Ella ha usado 127 nombres, ha simulado ser la madre de catorce hijos una vez, y de siete otra”. Así describía Ronald Reagan a una enigmática mujer que el republicano utilizaría en su campaña electoral como epítome de los que se aprovechan de la “teta del Estado”. Desde entonces, en Estados Unidos se llama de forma peyorativa “reina de los subsidios”, o welfare queen, a todos aquellos que abusan de las ayudas. El término se asocia con madres solteras negras y de bajos recursos, y en los debates sobre la pobreza y cómo solucionarla se utiliza a menudo para proponer la responsabilidad en vez de favorecer los subsidios.