En los días posteriores a la matanza terrorista de París, todo el mundo debatía sobre el significado de los atentados. Muchas de las ideas vertidas podrían hacer pensar que el mundo musulmán se ha embarcado en una guerra contra Occidente. Por las redes sociales circulaba la foto de un cruzado sosteniendo una espada sobre una leyenda que rezaba: “¡Os vamos a dar yihad!”. Y un audio en el que se escuchaba primero un Allahu Akbar, después un disparo que lo silenciaba, y finalmente el himno nacional español. Quienes lo enviaban probablemente sólo querían bromear. Pero muchas personas inteligentes y cultas también se preguntaban cuánto de lo ocurrido en la capital francesa se debía al islam en sí mismo o si efectivamente estábamos a punto de entrar en conflicto bélico con el mundo musulmán.
